Juan 3:16-18
16 »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. 17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios.

 

El mensaje de amor y salvación es muy claro. Tal vez hasta tenemos estos versículos memorizados. Sin embargo, cuánta importancia le damos en nuestras vidas y de comunicar este mensaje a los que aun no han creído en Jesús? En el versículo 18 dice: “No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado.” Jesús no vino para condenarnos, sino para perdonarnos y salvarnos del pecado. Es el pecado en sí que ya nos ha condenado bajo la justicia de Dios. Según la justicia de Dios, tenemos que ser puros como El sin pecado alguno, pero todos nosotros hemos pecado contra El por lo tanto tenemos que someternos a su juicio. Sin embargo, Dios nos amó de tal manera que estuvo dispuesto a sacrificar a Su único hijo para que tengamos vida eterna al creer en El.

 

John 3:16-18
16 For God so loved the world that he gave his one and only Son, that whoever believes in him shall not perish but have eternal life. 17 For God did not send his Son into the world to condemn the world, but to save the world through him. 18 Whoever believes in him is not condemned, but whoever does not believe stands condemned already because they have not believed in the name of God’s one and only Son.