Juan 18:1-4
1Después de decir esas cosas, Jesús cruzó el valle de Cedrón con sus discípulos y entró en un huerto de olivos. 2 Judas, el traidor, conocía ese lugar, porque Jesús solía reunirse allí con sus discípulos. 3 Los principales sacerdotes y los fariseos le habían dado a Judas un grupo de soldados romanos y guardias del templo para que lo acompañaran. Llegaron al huerto de olivos con antorchas encendidas, linternas y armas.
4 Jesús ya sabía todo lo que le iba a suceder, así que salió al encuentro de ellos.
— ¿A quién buscan? —les preguntó.

 

A pesar de que Judas conocía bien a Jesús, por ser uno de sus discípulos (hasta conocía el lugar donde Jesús estaba), él lo traicionó. Lo más irónico fue que Judas llego acompañado por “un grupo de soldados romanos y guardias del templo…llegaron al huerto de olivos con antorchas encendidas, linternas y armas.” Acaso Judas no sabía que Jesús era pacífico? Pero Jesús ya sabía lo que le iba a suceder, así que salió al encuentro de ellos sin violencia.