Salmos 119:57-58
57 ¡Mi herencia eres tú, Señor!
Prometo obedecer tus palabras.
58 De todo corazón busco tu rostro;
compadécete de mí conforme a tu promesa.

Escojamos un área en nuestra vida y prometámosle a Dios nuestra obediencia. Para cumplir y mantener esa promesa necesitamos estar conectados con Dios, por eso el Salmista dijo: “De todo corazón busco tu rostro.” Busquemos a Dios con todo corazón día a día en la oración y en Su palabra. La gracia de Dios será nuestra energía y apoyo para mantener esa promesa de obediencia.