Juan 19:28-29

28 Jesús sabía que su misión ya había terminado y, para cumplir las Escrituras, dijo: «Tengo sed»[a]. 29 Había allí una vasija de vino agrio, así que mojaron una esponja en el vino, la pusieron en una rama de hisopo y la acercaron a los labios de Jesús.

La quinta frase de Jesús en la cruz fue para expresar Su sed. Los versículos 28 y 29 cumplieron con lo que había profesado en el antiguo testamento “Como un tiesto se secó mi vigor y mi lengua se pegó a mi paladar. ¡Me has puesto en el polvo de la muerte!” (Salmos 22:15) y “…para calmar mi sed me dieron vinagre” (Salmos 69:21). Usaron para poner el vinagre en la boca de Jesús una rama de hisopo, el cual simboliza la liberación de los Israelitas de la esclavitud de Egipto. En la cruz, la sangre de Jesús es derramada para liberarnos del pecado. En toda la historia de la humanidad comprueba de nuestra necesidad de ser liberados y Dios siempre ha estado allí con Su plan de liberación para Su pueblo. La muerte de Jesús es la liberación final y absoluta para toda la humanidad. Demos gracias a Jesús y acordémonos de que ya hemos sido liberados de todo pecado!