Juan 1:35-39
35 Al día siguiente, Juan estaba otra vez allí con dos de sus discípulos. 36 Al pasar Jesús, Juan lo miró y declaró: «¡Miren! ¡Ahí está el cordero de Dios!». 37 Cuando los dos discípulos de Juan lo oyeron, siguieron a Jesús.
38 Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían.
—¿Qué quieren? —les preguntó.
Ellos contestaron:
—Rabí —que significa “Maestro”—, ¿dónde te hospedas?
39 —Vengan y vean —les dijo.
Eran como las cuatro de la tarde cuando lo acompañaron al lugar donde se hospedaba, y se quedaron el resto del día con él.
Todos nosotros también podemos ser como Juan en dirigir y guiar a las personas hacia Jesús. A pesar que estos dos discípulos seguían a Juan, cuando Juan vio a Jesús, inmediatamente los dirigieron a donde Jesús. Las reacciones de estos dos discípulos fueron “lo oyeron, siguieron a Jesús.” Esa reacción y mas lo que aprendimos sobre Juan en los devocionales anteriores, nos confirman que Juan estuvo preparándolos sobre la venida de alguien mucho mas superior a él, Jesús, en todo este tiempo. Aprendemos que el discipulado es en un contínuum, Juan discipuló a estas dos personas a seguir a Jesús, y ahora ellos ya están maduros en la fe y saben seguir a Jesús por sus propias cuentas, mas adelante vemos que ellos también discipulan a otros a seguir a Jesús. Participemos en ese ciclo de discipulado para que nuestro Señor sea glorificado y más gente reconciliados con Dios!