Juan 5:1-4
1Después Jesús regresó a Jerusalén para la celebración de uno de los días sagrados de los judíos. 2 Dentro de la ciudad, cerca de la Puerta de las Ovejas, se encontraba el estanque de Betesda, que tenía cinco pórticos cubiertos. 3 Una multitud de enfermos —ciegos, cojos, paralíticos— estaban tendidos en los pórticos.
Así como en ese tiempo, hoy también vemos multitudes de personas necesitadas a nuestro alrededor. Lamentablemente, muchas de ellas también recurren a métodos equivocados con la intención de curarse físicamente (por ejemplo, psíquicos, magos, dioses falsos, y otras supersticiones). En el pasaje, la multitud de enfermos creian en la supersticion de que al entrar a la piscina del estanque podian curarse. Sin embargo, sabemos que Jesús es el único quien puede curarles, especialmente sus necesidades espirituales. Jesús es el único quien puede llenarles el vacio en sus corazones. Cómo respondemos a esas necesidades y desesperaciones de la gente que todavía no conocen a Dios?
John 5:1-4
1Afterward Jesus returned to Jerusalem for one of the Jewish holy days. 2 Inside the city, near the Sheep Gate, was the pool of Bethesda, with five covered porches. 3 Crowds of sick people—blind, lame, or paralyzed—lay on the porches.