Juan 5:31-36
31 »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. 32 Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí. 33 »Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio un testimonio válido. 34 Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos.35 Juan era una lámpara encendida y brillante, y ustedes decidieron disfrutar de su luz por algún tiempo. 36 »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado.
Para muchos el hecho de que Dios los ama hasta el punto de sacrificar a Su único es absurdo y tiene poco validez. Sin embargo, nosotros, los que sí conocemos de ese amor y lo hemos experimentado, tenemos la habilidad y privilegio de testificar en el favor de Dios. A veces la prueba más crédula y válida para las personas es ver el testimonio de vida en nosotros después de aceptar a Jesús. Cómo están nuestros testimonios? Cuán dispuestos estamos para testificar a Dios a través de nuestras vidas?
John 5:31-36
31 “If I were to testify on my own behalf, my testimony would not be valid. 32 But someone else is also testifying about me, and I assure you that everything he says about me is true.33 In fact, you sent investigators to listen to John the Baptist, and his testimony about me was true. 34 Of course, I have no need of human witnesses, but I say these things so you might be saved. 35 John was like a burning and shining lamp, and you were excited for a while about his message. 36 But I have a greater witness than John—my teachings and my miracles. The Father gave me these works to accomplish, and they prove that he sent me.