Juan 5:37-40
37 El Padre mismo, quien me envió, ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni lo han visto cara a cara, 38 y no tienen su mensaje en el corazón, porque no creen en mí, que soy a quien el Padre les ha enviado. 39 »Ustedes estudian las Escrituras a fondo porque piensan que ellas les dan vida eterna. ¡Pero las Escrituras me señalan a mí! 40 Sin embargo, ustedes se niegan a venir a mí para recibir esa vida.
Los Fariseos y profesores del antiguo testamento tenían un amplio conocimiento de la Palabra de Dios. Ellos estudiaban profundamente la Biblia día a día; sin embargo, cuando al fin vino el mesías (Jesús) el cual profesaron los profetas en el antiguo testamento, ellos no lo recibieron. Ellos pensaron hipócritamente que la vida eterna se obtenía siguiendo la ley de Dios y haciendo todo al pie de la letra, pero perdieron el punto central; la venida de nuestro salvador y Señor. Eso me hizo pensar en las veces cuando leemos o estudiamos de la Palabra de Dios y nuestra actitud. Tenemos que tener mucho cuidado en no perder el punto central de cada pasaje, sin disminuir, agregar o mal interpretar Su Palabra.
John 5:37-40
37 And the Father who sent me has testified about me himself. You have never heard his voice or seen him face to face, 38 and you do not have his message in your hearts, because you do not believe me—the one he sent to you. 39 “You search the Scriptures because you think they give you eternal life. But the Scriptures point to me! 40 Yet you refuse to come to me to receive this life.