1 Corintios 3:11
“porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.”
Jesús es la roca y fundación de nuestra fe. El fue el único que pudo reconciliarnos con Dios cuando todavía estábamos en el pecado. Por eso debemos prestar atención a construir nuestra fundación de acuerdo a las enseñanzas de Cristo y nunca alejarnos de esa fundación pase lo que pase. Esto me hace acordar al siguiente versículo: “12 Por lo tanto, amados hermanos, ¡cuidado! Asegúrense de que ninguno de ustedes tenga un corazón maligno e incrédulo que los aleje del Dios vivo. 13 Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios. 14 Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo.”