Juan 6:60-65
60 Muchos de sus discípulos decían: «Esto es muy difícil de entender. ¿Cómo puede alguien aceptarlo?». 61 Jesús estaba consciente de que sus discípulos se quejaban, así que les dijo: «¿Acaso esto los ofende? 62 ¿Qué pensarán, entonces, si ven al Hijo del Hombre ascender al cielo otra vez? 63 Sólo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, 64 pero algunos de ustedes no me creen». (Pues Jesús sabía, desde un principio, quiénes eran los que no creían y también quién lo traicionaría). 65 Entonces les dijo: «Por eso dije que nadie puede venir a mí a menos que el Padre me lo entregue».
Nuestro Señor Dios es omnisciente. El sabe todo y conoce los pensamientos más profundos de nuestros corazones. Él sabe cuando nosotros dudamos o quejamos de Él y también sabe cuando lo traicionamos. Lo que más le habrá entristecido a Jesús no fueron las quejas del pueblo sino que Sus propios discípulos también dudaran de Él. Los discípulos siguieron a Jesus por un buen tiempo y escucharon muchos de Sus mensajes, pero sin embargo todavía son incrédulos a la palabra de Dios. Muchos nosotros nos encontramos en el lugar de estos discípulos. Pero hoy Jesús nos dice: “Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida, pero algunos de ustedes no me creen.” A través de la fe, permitamos que estas palabras vivas de Jesús hagan efectos en nuestras vidas.
John 6:60-65
60 Many of his disciples said, “This is very hard to understand. How can anyone accept it?”
61 Jesus was aware that his disciples were complaining, so he said to them, “Does this offend you? 62 Then what will you think if you see the Son of Man ascend to heaven again? 63 The Spirit alone gives eternal life. Human effort accomplishes nothing. And the very words I have spoken to you are spirit and life. 64 But some of you do not believe me.” (For Jesus knew from the beginning which ones didn’t believe, and he knew who would betray him.) 65 Then he said, “That is why I said that people can’t come to me unless the Father gives them to me.”