Juan 14: 18-21
18 No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes. 19 Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán. Dado que yo vivo, ustedes también vivirán. 20 Cuando yo vuelva a la vida, ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes están en mí, y yo, en ustedes. 21 Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.
De nuevo, Jesús reitera lo que dijo en el versículo 15, “Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman.” Es una verdad muy importante para nosotros, si amamos a Dios, obedecemos a Sus mandamientos. En la tierra, no muchos ven a Jesús, como dice en el v.19, pero nosotros quienes sí lo conocemos y lo hemos aceptado representamos a Jesús. Nuestro testimonio de vida es crucial para que la gente conozca del amor de Dios. Es más, Jesús nos promete: “Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.” Es difícil mantenernos firmes y obedecer a todos Sus mandamientos, pero al igual como Jesús se da a conocer a cada uno de nosotros personalmente, nosotros al tomar tiempo y esfuerzo a conocerlo personalmente cada día, aprenderemos a amarlo mas y mas. Entonces, la trayectoria de obediencia y de seguir a Jesús se convierte más viable y consistente.
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