1 Corintios 15:54-58
54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán, se cumplirá la siguiente Escritura: «La muerte es devorada en victoria. 55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?».
56 Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder.57 ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58 Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.
Mientras vamos acercando a la semana Santa, donde conmemoramos el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo por nosotros, reflexionemos sobre nuestros pecados y ofensas contra El. Jesús ya nos dio la victoria sobre el pecado a través de Su muerte y resurrección. No permanezcamos en el pecado, permanezcamos en Jesús quien venció el pecado y la muerte! El último versículo nos llaman a responder y tomar acción: “Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.”