Conexión con Jesús: Día 4
Romanos 8:38-39
“Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.”
Últimamente estuve pensando en muchas cosas, una de ellas son las tragedias que pasan en la vida y lo otro es la tristeza de ver amigos Cristianos o gente de la iglesia que alguna vez servimos juntos alejarse de Dios. Lo último es lo que más me entristece. Como uno puede conocer del amor incondicional de Dios y de un día para el otro decide alejarse o dejar a Dios a un lado? Realmente, no estoy compartiendo esto para juzgar a nadie, pero al cuestionar me ayuda a examinar mi propia relación con Dios y quien es Dios realmente. Como humanos somos tan frágiles que ni siquiera yo soy inmune a fallarle a Dios. Pero este pasaje realmente fortalece mi fe, porque lo que hizo Jesús por nosotros hace que nada y absolutamente nada podrá separarnos del amor de Dios. Si nos alejamos, de veras no conocemos a este Dios suficientemente y tomamos una decisión brusca y muy egoísta, pero Dios no tiene ningún rasgo egoísta más bien se entrego todo:
“35 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte?… 37 Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.” Romanos 8:35, 37