Efesios 6:12
“Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.”
No son humanos quienes luchamos, sino contra las fuerzas malignas de este mundo y del mundo invisible, incluyendo las que están dentro de nosotros. Es por eso que no podemos batallar con fuerzas humanas. Solo hay una fuerza y autoridad poderosa que puede derrotar a lo maligno y esa proviene de Dios. Aprendamos a depender de la fuerza todopoderosa de nuestro Señor y Dios a través de la oración, así como Jesús nos enseñó: “Y no nos dejes caer en *tentación,
sino líbranos del maligno” (Mateo 6:13).