Santiago 4:7-8
7 Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.
Cómo está su lealtad hoy? Está a favor de Dios? Está a favor del mundo? O está dividida entre Dios y el mundo? El mundo nos puede parecer muy atractivo pero si lo pensamos bien, muchas de esas cosas son temporales y efímeras. Al humillarnos delante de Dios, podremos resistir a toda tentación que nos presenta. Ya que nuestra sumisión a Dios incluye dejar nuestros deseos egoístas y nuestro antiguo ser. Confiemos en la promesa de Dios: “Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes.”