Salmos 119:59-61
59 Consideré el rumbo de mi vida y decidí volver a tus leyes. 60 Me apresuraré sin demora a obedecer tus mandatos. 61 Gente malvada trata de arrastrarme al pecado, pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.
Cuántas veces hemos desobedecido las enseñanzas del Señor? Si reflexionamos sobre el rumbo de nuestra vida espiritual, así como lo hizo el Salmista, nos daremos cuenta de esas tantas veces que hemos desviado de las leyes del Señor. Sin embargo, el Salmista no sólo consideró y reflexionó sobre ese rumbo que estaba tomando, sino, él decidió cambiar ese rumbo y volver inmediatamente al camino del Señor: “Me apresuraré sin demora a obedecer tus mandatos. 61 Gente malvada trata de arrastrarme al pecado, pero estoy firmemente anclado a tus enseñanzas.” En el mundo habrá muchas cosas y personas que nos van a tratar de arrastrar al pecado, pero aprendamos del Salmista a estar firmemente anclados a la Palabra de Dios y si ahora mismo estamos tomando nuestro propio rumbo, apresuremos sin demora a volver y obedecer los mandatos de Dios. El nunca nos falla y promete lo mejor para los que lo aman y obedecen.