Deuteronomio 4:2
“No agregues ni quites nada a estos mandatos que te doy. Simplemente obedecelos mandatos del SEÑOR tu Dios que te doy.”
Muchos cometemos este error de hacer que Dios se encaje a nuestra propia formula y lógica, pero la sabiduría de Dios no es como la nuestra. Ėl mismo afirmó en Isaías 55:8 que “mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.” Muchas veces tendemos agregar y substituir los mandatos de Dios de acuerdo a nuestros sentidos, lo que debemos hacer es simplemente obedecer a sus órdenes, pero no necesariamente saber cómo ésta funciona o si tiene lógica o no. De esta manera aprendemos a enchicarnos (a ponernos más humildes); mientras que Dios recibe el respeto y la supremacía en su totalidad, lo cual le pertenece desde el principio.