Juan 10:28-30
28 [Jesús dijo:] Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas, 29 porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos. Nadie puede quitarlas de la mano del Padre.30 El Padre y yo somos uno.
Jesus said, “I give them eternal life, and they shall never perish; no one can snatch them out of my hand. My Father, who has given them to me, is greater than all; no one can snatch them out of my Father’s hand. I and the Father are one.”
Todo está en las manos de Dios. Una vez que recibimos la salvación que proviene de Jesús, pertenecemos a Dios. Nada ni nadie puede robarnos de sus manos, porque nada ni nadie sobrepasa la grandeza y poder de nuestro Dios Padre! Esa es la promesa que reafirmó Jesús en el versículo de hoy. Cómo respondes a esta maravillosa promesa de Jesús?