2 Tesalonicenses 1:3
“Amados hermanos, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, porque sufe está floreciendo, y el amor de unos por otros, creciendo.”

Aquí en este versículo, Pablo agradece a Dios por el crecimiento espiritual de los hermanos de la iglesia de Tesalonicenses. Sabemos que el crecimiento espiritual y el amor de unos por otros es algo que le agrada mucho a Dios. Podemos también, como la iglesia de Tesalonicenses, tener como meta crecer en la fe y practicar lo que aprendemos de la palabra de Dios y luego poner nuestro máximo esfuerzo en alcanzar esa meta? Como dice en este versículo, Dios nos va a ayudar en alcanzar esa meta, pero nuestro esfuerzo es un requisito esencial.