Juan 7:31-32
31 De las multitudes presentes en el templo, muchos creyeron en él. «Después de todo —decían—, ¿acaso esperan que el Mesías haga más señales milagrosas que las que hizo este hombre?».
32 Cuando los fariseos se enteraron de lo que las multitudes andaban murmurando, ellos y los principales sacerdotes enviaron guardias del templo para arrestar a Jesús.

Por fin después de leer sobre tantas personas incrédulas de la identidad divina de Jesús, este pasaje nos dice que muchos entre las multitudes presentes en el templo creyeron en Jesús. Por fin la gente empezaron a reconocer de Sus señales milagrosas y dejaron de quejarse. Hay una tendencia de nosotros los humanos que es nunca estar satisfechos de nada. Así como las multitudes, hemos visto, escuchado, experimentado muchos milagros de Dios en nuestras vidas, pero somos olvidadizos y nada nos complace o nos es suficiente. Los Fariseos siempre desafiaban a Jesús para que haga más milagros para comprobar su poder y autoridad (Marcos 8:11). Por eso Jesús les respondió con un suspiro: «¿Por qué esta gente sigue exigiendo una señal milagrosa? Les digo la verdad, no daré ninguna señal a esta generación» (Marcos 8:12). Por eso, aprendamos de los creyentes a ser complacientes y siempre dar gracias a Dios por el milagro más grande que todos conocemos, la muerte de Jesús por nuestros pecados y Su resurrección. Además, la Palabra de Dios, la Biblia en sí también es un milagro enorme que tenemos.
John 7 :31-32
31 Still, many in the crowd believed in him. They said, “When the Messiah comes, will he perform more signs than this man?”
32 The Pharisees heard the crowd whispering such things about him. Then the chief priests and the Pharisees sent temple guards to arrest him.