Marcos 15:34
“Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”

La cuarta palabra o frase dicho por Jesús estando en la cruz fue tal vez la que más le dolió. Jesús fue rechazado por Su propio Padre. Sin embargo, esto necesariamente tuvo que pasar. Jesús fue rechazado porque El tomó nuestro lugar (El tomó todo nuestros pecados) para que nosotros pudiéramos ser perdonados y aceptados para siempre. Por el pecado, merecíamos ser rechazados por Dios, pero Jesús tomó nuestro lugar. Cómo podemos responder al gran sacrificio de Jesús por nuestros pecados? Acaso vamos a seguir pecando?