1 Timoteo 2:9-10

9 Y quiero que las mujeres se vistan de una manera modesta. Deberían llevar ropa decente y apropiada y no llamar la atención con la manera en que se arreglan el cabello ni con accesorios de oro ni con perlas ni ropa costosa. 10 Pues las mujeres que pretenden ser dedicadas a Dios deberían hacerse atractivas por las cosas buenas que hacen.

Pablo no está prohibiendo a que las mujeres luzcan bonitas y atractivas. Primero tenemos que entender la sociedad, cultura e iglesia de ese tiempo. La audiencia a la cual Pablo dirige estas palabras es un grupo de mujeres gentiles, de culturas extranjeras y son novatas en la fe. Estas les gustan vestirse extravagantemente. El punto central de Pablo es que ellas sepan lo que verdaderamente valora Dios. Este mensaje aplica tanto a hermanos como hermanas en Cristo: Ser modestos, dedicados a Dios, y ser atractivos por nuestras acciones.