Isaías 53:5-6
5 Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados. 6 »Todos andábamos perdidos, como suelen andar las ovejas. Cada uno hacía lo que bien le parecía; pero Dios hizo recaer en su fiel servidor el castigo que nosotros merecíamos.

 

No sé como Jesús pudo soportar todo ese peso. El soportó el peso de mi pecado, el tuyo y el de toda la humanidad. El estuvo dispuesto a cargar todo estos pecados nuestros para que nosotros no tuviéramos que sufrir las consecuencias y castigo que proviene de ellos. A través de este sacrificio, no importa cual horrible fue, nos trajo cura; cura a nuestro espíritu y vida, libre del pecado. El fue herido, golpeado, y castigado por nuestros pecados. El reemplazo del pecado es la paz transformadora al reconciliarnos con Dios y la vida nueva que El nos regaló!

“Pero él fue herido por nuestras rebeliones, fue golpeado por nuestras maldades; él sufrió en nuestro lugar, y gracias a sus heridas recibimos la paz y fuimos sanados”